miércoles, 27 de enero de 2010

OmáN y DuBai

Lo prometido es deuda... por fin vuelvo para contaros nuevas visiones sobre un nuevo viaje que hemos hecho aprovechando que el martes 26 de enero era festivo en la oficina ya que es el día de la independencia en India. Como teníamos cuatro días libres, hemos decidido hacer el viaje fuera de India, porque no tenemos muchos mas puentes en lo que resta del tiempo que nos queda por aquí, asi que hay que aprovecharlo al máximo.

Si allá por noviembre decidi volar hacia el sudeste asiático cuando me escapé a Bangkok, esta vez decidimos hacerlo hacia el oeste. La verdad es que es una gozada la cantidad de conexiones que tiene Delhi tanto con la península Arábiga como con el sudeste asiático, que además son mundos totalmente diferentes, e India está entre medias de estos dos mundos, y las influencias y mezclas de ambas culturas se encuentran cada día. Volviendo al viaje, el viernes por la noche salimos hacia Muscat, que es la capital del Sultanato de Omán. El viaje comenzó mal porque el avión de Indian Airlines salió con 3 horas de retraso, las cuales nos tuvieron encerrados dentro del avión sin despegar, porque por lo visto había problemas técnicos. Finalmente nos cambiaron de avión (mucho mas moderno por cierto, porque el primer avión estaba bien entradito en edad de jubilación, y de hecho con lo de la avería creo que me hubiese negado a volar en ese aparato). El vuelo iba lleno de indios obreros, que seguramente irían a Omán de vuelta al trabajo o bien en busca de éste. No os podeis hacer a la idea de la cantidad de indios que emigran hacia los países de Arabia en busca de una vida mejor para sus familias, y que terminan esclavizados como empleados sobre todo en la construcción, con unos horarios inhumanos y en unas condiciones infernales. La verdad es que me daba bastante pena pensar en cual sería el destino que les depararía a todos estos indios que iban en este avión. Muchos de ellos probablemente era la primera vez que montaban en un avión en su vida, y habían gastado todos sus ahorros de años para conseguir un billete y embarcar rumbo al oeste con la esperanza como único equipaje.

Llegamos a Muscat y nada más salir del aeropuerto me di cuenta de que aquello no tenía nada que ver con India. Calles impecables, carreteras en un estado inmejorable, aire respirable, y sobre todo tranquilidad, mucha tranquilidad. En el aeropuerto nos estaba esperando Vicent, el becario Icex en Omán y por cierto único becario allí. En primer lugar quiero agradecerle enormemente a Vicent la buena acogida que nos ha dado y todo lo que ha hecho por nosotros, que ha sido mucho. Mil graaacias!!

Vista de la ciudad de Muscat
De derecha a izquierda, Santi, Vicent, Cristina y yo, en Muscat

Muscat es terriblemente tranquilo, y eso a los de Delhi, pues oye, nos ha encantado. Hay muy poca gente por la calle, se puede pasear tranquilamente por su apacible paseo marítimo, hay silencio, la gente es civilizada y se comporta como tal, y lo mejor de todo... hay hipermercados!! Vicent nos llevó a uno de ellos llamado LuLu, que por lo visto es un hiper indio (pero os aseguro que en India nunca he visto uno de esos) y los tres que fuimos al viaje -Cris, Santi y yo-, estábamos alucinando con el hiper, paseando por los pasillos mirando todas las magníficas gamas de productos de TODO, y por supuesto dejando perplejo a Vicent. Os aseguro que lo disfrutamos como niños.
También fuimos a la gran mezquita del Sultán Qaboos de Muscat, que es la tercera mas grande del mundo, pero no pudimos entrar porque cierran a las 11am para rezar y no vuelven a abrir en todo el día, asi que nos quedamos con las ganas. Luego fuimos a ver el palacio del Al Alam, que es donde vive el sultán Qaboos, y la verdad es que tiene un aire bastante horterilla, creo que fué un regalo de India...

V icent, Cristina y yo en el palacio del Al Alam


Más tarde, intentando buscar una terraza que nos habían indicado para tomar algo, no encontrábamos el camino correcto y fuimos a parar a un pueblecito al lado del mar con mucho encanto. Los pescadores faenaban y los niños jugaban en las puertas de las casitas blancas








También visitamos el zoco de Muscat, donde por cierto casi todos los productos que se vendían eran procedentes de India, sobre todo pasminas de Khasmir. Ahora sí, este zoco está impoluto y ordenado, a diferencia de los mercadillos de India, con su caos característico. Por la noche nos llevaron a cenar a un sitio muy agradable de tipo árabe, y la verdad es que tengo que admitir que la comida omaní está realmente buena! :)


Zoco de Muscat, una mujer compra en una tienda de inciensos y perfumes

Al día siguiente Vicent nos dejó su coche (mil gracias de nuevo!) para ir a visitar el impresionante Wadi Shab que está a unas 2 horas en coche de Muscat. Por desgracia ahora han construido una autopista que pasa justo por encima del Wadi, rompiendo un poco con el encanto del paisaje, al menos hasta que te adentras en el Wadi, pero aún así, es un sitio increible y mágico. Una imagen vale más que mil palabras asi que aquí os dejo una muestra de ello.

Antes de llegar al Wadi paramos en una playa desierta de aguas cristalinas

Es impresionante el paisaje de rocas rojizas y el agua

Cris y Santi se vuelven insignificantes ante semejantes paredes

En el oasis el agua tenía un color verde precioso, y estaba limpísisima

Y por fin el domingo por la noche llegamos en vuelo desde Muscat a los Emiratos. Alquilamos un coche en el aeropuerto de Sharja y volante en mano tomamos rumbo hacia Dubai.

Que os voy a contar sobre Dubai que no sepais... pues que es un gran parque de atracciones en todo su esplendor, o como algunos dirían, es una broma. Es una broma porque todo en Dubai es artificial y está hecho por y para el turismo y para el consumismo. De hecho, el hotel principal de una de las palmeras que recorrimos en coche es igualito a uno de los hoteles de Disneyland.

Entrada a una de las palmeras de Dubai (la única que está terminada por el momento)

En Dubai también se ha construido una "urbanización" para millonarios, básicamente, que consiste en una serie de islas ganadas al mar, que en conjunto todas ellas tienen la forma del mundo, y se conoce como "The world of Dubai". Desde la ciudad se puede divisar la barrera de contención del mundo, e incluso alguna de las viviendas si el día está claro.

La parte más "antigua" de Dubai (antigua entre comillas, porque en Dubai no hay nada antiguo, y para comprobarlo no hay nada más que hacer una visita al museo de historia de Dubai que es de risa), el el barrio de Deira, que en verdad no es que sea antiguo, sino la parte más "vieja", y de hecho, es el barrio indio de Dubai, y adivinad donde estaba nuestro hotel........ como no podía ser de otra manera, estaba en Deira (no nos libramos!) :P

En Dubai se encuentra el rascacielos más alto del mundo, el Burj Khalifa, inaugurado hace muy poquito, el 4 de enero del 2010, con 818 metros de altura. Para que os hagais una idea, hasta ahora el edificio más alto del mundo era el Taipei 101, con 508 metros de altura. Dubai ha construido este edificio tan sólo para decir que tienen el más alto del mundo, al igual que tienen el centro comercial más grande del mundo, y todo lo mas grande y mejor del mundo. Además cobran 80 euros por subir a la Torre si no tienes reserva, y sólo se puede acceder hasta una altura de unos 510 metros. Las malas lenguas dicen que van a ir inaugurando pisos poco a poco para así rentabilizar más su explotación. Nosotros no subimos porque no estábamos en posición de donar 80 euros por cabeza a la millonaria ciudad de Dubai, pero dicen que ya a esa altitud se nota la oscilación de la torre.

El Burj Dubai

Por la noche hacían un espectáculo de agua y sonido en frente del Burj, realmente conseguido y nos gustó tanto que nos quedamos unas dos horas por ahí para poder ver cuatro funciones seguidas.

En el waterfront del Dubai Mall, el centro comercial mas grande del mundo y situado al lado del Burj Khalifa

Como no pudimos subir al Burj Khalifa, decidimos ir a la oficina comercial de España en Delhi, para saludar a los compañeros y ya de paso para disfrutar de las vistas de la torre Emirates en la que está la oficina.

Vistas de Dubai desde la oficina comercial de España en las Emirates Towers

En Dubai también se encuentra el mejor hotel del mundo, o al menos el que tiene mas estrellas del mundo (7 estrellas), el Burj Al Arab, situado en el mar sobre una isla artificial, que tiene hasta un helipuerto en su azotea. Además es el segundo hotel mas alto del mundo.

Al fondo el Burj Arab Dubai

El segundo y último día en Dubai fuimos en busca del desierto. No lo hicimos con una excursión preparada ni nada, sino que cogimos carretera y manta.... y esto fué él máximo desierto que logramos encontrar. La verdad yo me esperaba mas dunas y camellos... pero no. También es verdad que como no ibamos con todoterreno no pudimos adentrarnos mucho que seguro que el paisaje era mucho mejor.

Como veis, en Dubai todo son excesos. Parece mentira encontrar esta ciudad en medio del desierto que quiere ser un Miami o un Las Vegas, una ciudad donde se encuentra el hotel mas lujoso del mundo, el rascacielos mas alto, el centro comercial mas grande, cientos de islas artificiales y hasta un archipiélago que reproduce a escala los cinco continentes. Esto es Dubai, la joya del Golfo Arábico, o la broma...?

Quiero aclarar que a mí Dubai me ha parecido una ciudad que tiene todas las comodidades del mundo, playas, grandes avenidas y millones de opciones para.... consumir?? Un paseo marítimo que probablemente no tiene nada que envidiar a la costa californiana, la mas absoluta tranquilidad o el ambiente ajetreado de una ciudad como Nueva York... pero... pensandolo bien, que hay detras de todo esto?? realmente tiene sentido?? yo en mi opinión pienso que me cansaría estar rodeada de tanta falsedad durante más tiempo de unos días de vacaciones, además si todo esto está ahí es debido al poder que otorga el petróleo y a la facilidad de esclavizar a los inmigrantes de paises como India... lo cual me lleva a pensar: Dubai, bienestar u opulencia? modernidad o desmesura? esa es la pregunta...

2 comentarios:

  1. Es hermoso poder, a través de tus ojos, planear sobre ese otro trozo de mundo que nos muestras. Es curioso ver como las comparativas las haces entre India-Dubai antes que España-Dubai, quizás en este último caso no serían tan espectaculares. Pero sí, es para reflexionar todo lo que cuentas y ese afán por querer ser "lo más", como bien dices ¿para qué?, ¿cuál es la finalidad que no sea la de llenarse los propios bolsillos unos pocos??? Algo que me llama enormemente la atención es que el monopolio del comercio esté casi en manos indias entretanto sus coterráneos se hunden en la miseria... Ah! esperemos que al menos Mundo Dubai no se haya venido abajo para cuando nosotros vayamos, nuestro vuelo será con sus aerolíneas, los emiratos árabes.
    Muy bonito el reportaje fotográfico, me quedo con la última ;-) pero yo la tengo en grande, jajaja Un besazo

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  2. Otro cacho de mundo a tus pies. Envidia sana siento. Quién pudiera. Ya que yo no estoy, me consuela que estés tú.
    Se ve que los árabes no tienen en qué gastar el dinero y juegan a batir récords.
    Me alegro que disfrutes y sigas viendo mundo. Si los abuelos lo supieran...

    Abrazos y besazos.

    GBV.

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