Kochi me ha decepcionado un poco. Esta bien como punto de partida o como base para conocer Kerala, pero con un día basta, y sobra tiempo, para conocer la "ciudad". Tal vez la mayor atracción turística de Kochi sea su mercado de especias (o "spice market"), que es una calle llena de tiendecitas con miles de especias, donde la verdad compramos bastante, porque están muy bien de precio y la calidad es bastante buena. Sobre todo Rafa, que cargó con siete especias distintas para preparar el mejor chai o té masala del mundo :) (el chai es una de las bebidas más populares en la cultura hindú, y se prepara con cárdamo, anis, jengibre, clavo, canela, y quien sabe que especias más, y está buenísimo).
Después de recorrer este mercado, donde por cierto también había muchas tiendas de antiguedades y muebles que eran preciosos, y de buena gana me hubiese llevado un camión entero a casa :), fuimos paseando hasta el puerto de Kochi. Muy conocidas son sus redes chinas donde se puede ver a los pescadores recogiendo la pesca del día. En este momento estaba llegando al puerto todo el pescado de la jornada, y los dueños de restaurantes y pescadores estaban haciendo la compra-venta de pescado como cada tarde. Luego, cada restaurante pone una bandeja con el pescado del día para que tu elijas el que quieres y te lo cocinan en el momento de mil maneras distintas, mas fresco imposible! La verdad es que cada vez que vamos a la costa en India no dejamos de comer pescado, porque en Delhi hay muy poco y lo echo mucho de menos.
Atardecer junto a las redes chinas del puerto de Kochi
Es curioso que en Kerala casi todo lo preparan con coco, para ello su nombre significa "tierra de coco", pero es que ni un plato se libra de este ingrediente, todo lleva la coletilla... "with coconut!" :) Otra cosa que me llamó la atención es que en Kerala la mayoría de los hombres van con "falda", que en verdad es una tela larga que se llama "lungi" y que se enrollan y doblan de una manera u otra según el calor que haga.
A la mañana siguiente nos despertamos muy pronto y nos fuimos a 7 kilómetros de Kochi, para coger un barco que nos llevaría por los backwaters de Kerala. Este paisaje es una maravilla, todo lleno de islitas y palmeras, donde vas viendo a los habitantes de las islas haciendo su vida diaria, bañándose en las orillas, transportando plátanos en sus barcas con velas hechas con trozos de bolsas rotas, unos niños jugando y haciendo los deberes del colegio sentados en unas palmeras enfrente de su casa en una de las islitas, mujeres lavando la ropa a mano en los backwaters…
Una mujer hace cuerdas (y muy resistentes) a base de fibras de coco, en un poblado de los backwaters. Kerala es uno de los mayores exportadores del mundo de este material. También lo es, como no, de especias.
Otra mujer se baña en los backwaters. Los indios se bañan con la ropa puesta, también en la playa. Es curioso porque además no son sólo las mujeres, los hombres también van bastante tapaditos, incluso a 40ºC y al lado del mar.
Una vendedora de especias en Varkala